miércoles, 20 de marzo de 2013

Diario de Hitler: última entrada


29 de abril de 1945
Hoy, derrotado y humillado escribo esta última entrada en mi diario personal para mostrar mi recorrido político por conseguir una Alemania mejor y más próspera sin pararme a mirar fuera de este búnker lleno de traidores y amigos y compañeros al mismo tiempo.
          En 1914 la Gran Guerra estalló. Todavía recuerdo el tiempo en el que luché por mi país tan bien como pude y tanto es así que sufrí heridas en combate y me tuve que marchar de las filas del ejército. Durante los meses que estuve sin luchar mi única ambición era luchar por Alemania y ganar rango en el ejército. Cuando me ascendieron a cabo I, noté que los altos mandos no confiaban en mí para la batalla y consideraron oportuno estancarme en un solo puesto. Algunos de los que no confiaron en mí, hoy me siguen como a ningún otro intentando olvidar el pasado para que puedan tener un buen futuro junto a mí.
          Durante la guerra,  los británicos estuvieron a punto de acabar con mi vida y tras recuperarme miré a mi alrededor y vi a una Alemania derrotada y supervisada por una banda de sumisos y cobardes que habían traicionado a mi país firmando un armistiquio. Además de esto se había establecido una república, la República de Weimar durante la cual se firmó el Tratado de Versalles que dejó a Alemania hundida en la miseria y el descontento generalizado de la población. Los duros impuestos por las reparaciones de guerra hicieron que resurgieran muchos de los partidos políticos tanto de izquierda como de derecha con el único fin de acabar con esos traidores. Al fracasar estos intentos de eliminar la república me vi obligado a actuar creé mi propio partido político, Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Entre los ideales de nuestra ideología estaban el odio hacia los judíos y la defensa de la raza aria como única en nuestro territorio sin ensuciar la sangre de nuestras gentes y el honor del país. Creamos un símbolo que representara a nuestro partido, nuestra preciada esvástica.
          Al mismo tiempo que mi partido y yo crecíamos, Mussolini había implantado en Italia la República de Saló dominada por el inexorable e inquebrantable fascismo. Estos momentos eran los mejores para ganarse al pueblo alemán y así lo hicimos gracias al auge de nuestro partido intentamos un golpe de estado en Münich en el que desgraciadamente fracasé y estuve en prisión  durante seis largos meses. Durante este tiempo pude escribir mi gran obra Mein Kampf en la expuse tanto mis pensamientos y como mi ideología política. Hablo también  sobre la necesidad de acabar con la democracia de los comunistas y la de obtener un nuevo líder que guíe al pueblo alemán.
       Al salir de la cárcel mis ideales y yo nos habíamos hecho famosos entre la población pasaron a llamarme Führer. A partir de este momento tuvimos ciertos altibajos con respecto a la popularidad pero finalmente en 1929 se produjo una fuerte crisis y por tanto nuestro apoyo aumentó considerablemente. Esto hizo que pudiéramos propagar nuestras ideas para así poder presentarnos a las elecciones de 1933 en las que salí elegido como canciller de Alemania. Tras tomar el poder, enseguida conseguí que el presidente Hindenburg me concediera la libertad para disolver el Parlamento y convocar unas nuevas elecciones tomando ciertas medidas para evitar a los opositores y sensacionalistas. Una de las cosas que hicimos para evitar que la gente se decantara por los rojos, fue quemar el Reichstag y acusarlos de ello ganándonos así a la población. A pesar de nuestros esfuerzos no ganamos con mayoría absoluta y tuvimos que recurrir a la iglesia para que nos diera un último apoyo.
          En 1934 Hindenburg falleció y conseguí todas las funciones de gobierno, ahora era la máxima autoridad de Alemania.
En mi partido había un número determinado de personas que se oponían a mi mandato y supremacía, por tanto debía eliminarlos. Maté a más de 300 traidores de la Sesión de Asalto en la que se conoce como la noche de los cuchillos largos.
Necesitaba tanto yo, como mi pueblo, que Alemania resurgiera de sus cenizas y se volviera a convertir en una de las mayores potencias mundiales. A la vez que  reformaba su economía también creé distintos ministerios como el de Propaganda para extender la ideología por todo el país.
         Mis ansias de poder aumentaron mi odio hacia esos sucios judíos y apoyado por el Partido Comunista y los traidores de Rudolf Hess, Göring y Himmler decidí endurecer las leyes de Nuremberg en las que establecí la prohibición de la unión de un judío y un alemán de raza aria. Además de esto, obligué a los judíos a llevar algo que los diferenciase del resto de alemanes normales. Mi único fin y en el que me obcequé era el de eliminar a los judíos de mi estado, para ello ideé la llamada noche de los cristales rotos en la mandé a perseguir a todos los judíos y asesinarlos  creyendo con esto haber cumplido uno de mis objetivos. Al paso de los años decidí idear la solución final para así acabar tanto con los gitanos como con los judíos. Esta última idea consistía en crear un campo de exterminio, el Treblinka, para acabar con todos ellos.
         El partido nazi necesitaba dar una buena imagen no solo internamente sino también en el exterior, por ello decidí celebrar los onceavos juegos olímpicos  en los que compitieron muchos deportistas, en total de 49 países distintos. Cuando llegó la hora de la entrega de las medallas me negué a dársela a un negro estadounidense, me parecía inconcebible que un hombre de raza negra ganase a los demás blancos. De un modo u otro demostré que nuestro partido era el mejor para gobernar todo el mundo.
Mis ansias por la expansión de Alemania me llevaron a idear un plan para crear el III Reich. Conseguí ocupar Austria en el 38 y la incluí llamándola Anschluss.
           En el 1939 se celebró la Conferencia de Münich entre Inglaterra, Italia, Francia y Alemania en la que se trató el problema en Checoslovaquia y le concedieron a Alemania los sudetes poniendo en peligro la existencia de este país. Mis verdaderas intenciones eran las de comenzar una guerra, la guerra en la que estoy ahora acorralado por mi necedad y obcecación por no traicionar a mi país.
         Seguidamente intenté invadir Polonia y para ello me aseguré las espaldas haciendo un pacto de no agresión con Stalin evitando así un conflicto occidental.
El Emperador Hirohito comenzó a crear una poderosa fuerza naval para expandirse por el pacífico.
          También conquisté Dinamarca y Noruega lo que no agradó a Gran Bretaña que cambió su gobierno por uno más unido dirigido por Churchill y el optimista primer ministro Chamberlain que de algún modo me ayudaba diciendo a la población que debían hacer caso omiso a mis provocaciones.
         Tras haber conquistado ya varios países me dirigí hacia Francia conquistando antes los Países Bajos y Bélgica sorprendiéndolos así por la espalda. En esta batalla tenía un punto a favor y era el apoyo del General Franco de España que aunque no luchó junto a mí me proporcionaba ayuda cuando lo necesitaba. Cuando Mussolini se dio cuenta de mi inminente victoria decidió unirse a mí para así convertirse en uno de mis aliados.
      Cuando invadí Francia conquisté París llegando por el norte en el llamado Desembarco de Normandía, aunque más tarde al entrar el nuevo mariscal Petain decidí firmar una tregua con él. Tras el armistiquio Francia se dividió en dos: la zona norte controlada totalmente por mí y la zona sur o Francia de Vichy que era su capital dominada por Petain. Por esta época llegó a mis oídos que un tal De Gaulle profanaba mi nombre y el de mi ideología por una Francia libre de mi opresión.
       Ahora que controlaba prácticamente Centroeuropa sólo me preocupaba Gran Bretaña y tenía que hacer algo para quitármela del medio. Inicié por tanto la Batalla de Inglaterra. Comencé atacando por aire las zonas militares y urbanas  con mi flota aérea llamada Luftwaffe. Cuando por fin iba a invadir Gran Bretaña por mar, Estados Unidos se alió con Gran Bretaña y me vi obligado a abandonar mi objetivo de conquista. El uso de nueva tecnología me facilitó el transporte con el uso del zepelín para desplazarme rápidamente de un lugar a otro y además fabricábamos potentes misiles orbitales llamados cohete V2.
         Mi descontento era tal que decidí utilizar ahora a Mussolini y sus tropas para que atacaran las zonas británicas de África, pero fracasaron en un primer intento y tuvieron que utilizar el Afrika Corps que era una gran fuerza militar dirigida por Rommel.
          En 1940 inicié la caída de Rusia, controlé varios países y conseguí aliados pero Belgrado había prometido aliarse conmigo y no lo cumplieron así que fueron bombardeados. En mi ofensiva contra Rusia construí la Guarida del Lobo con varios búnker para controlar la zona sin que me descubrieran.
          Para conquistar la URSS comencé atacando Moscú, Ucrania y Leningrado que me costó más de lo que yo pensaba. Avancé hacia el sur pero en la Batalla de Stalingrado me tuve que rendir. Este fue el punto de inflexión en mi conquista por el mundo pues a partir de aquí caí en la decadencia de mis sucesivas derrotas. Tomé la mala decisión de enfrentarme a EE.UU bombardeando la base de Pearl Harbour, y Roosevelt me declaró la guerra tanto a mí como a mis aliados. Lo único que me podía librar de una guerra era firmar el komintern en el que los países comunistas llevarían a cabo una revolución unidos.
        El nazismo iba en decadencia pues cada vez más personas influyentes en el mundo lo criticaban como por ejemplo el escritor Thomas Mann o el papa Pío XII que me decía que parase de hablar de un ficticio Santo Grial que no nos daría la salvación.
         En el año actual se produjo la Conferencia de Yalta en la que se reunieron Stalin, Churchill y Roosevelt para aliarse contra mí, cosa que yo pensé que nunca sucedería y confiaba en que estarían en desacuerdo pero no fue así.
Para terminar esta última entrada a mi diario símbolo de mí lucha por Alemania y motivo de admiración eterna hacia mí, hacia el Führer, debo nombrar a mi reciente esposa Eva Broun a la que siempre agradeceré su apoyo y comprensión en estos momentos. También quiero dejar recuerdo aquí escrito del único ser que me fue fiel en todo momento y es mi perrita Blondi a la que he dado una vida mejor con el fin de que no sufra junto a esos malditos rusos.
Hasta siempre.
Adolf Hitler:

martes, 19 de marzo de 2013

Último Capítulo del Diario de Hitler.


30. IV.1945

Esta será la última vez que escriba en este diario, pues me suicidaré hoy mismo junto a mi mujer Eva Braun. Prefiero esto antes de que los comunistas nos maten, pues noto que ya están cerca de este búnker, donde estoy refugiado, todo tiembla por el bombardeo que están provocando en la ciudad de Berlín, no tardarán mucho en hacerse con Alemania entera. He puesto mucho interés en que nos incineren desde que ocurra esto, no quiero que hagan con nuestros cuerpos lo mismo que hicieron con Mussolini y su mujer después de que impusieran la Republica de Saló.
En 1923, el Partido Nacional – Socialista Alemán, en el que estaba yo incluido, intentó llegar al poder tras un golpe de estado, llamado Putsch de Munich, fracasó y, por participar en él, me metieron en la cárcel. Fui condenado a cinco años, de los cuales cumplí, sólo, nueve meses. En ella escribí un libro, llamado Main Kampf (“mi lucha”), en el que explicaba mi ideología sobre el nacionalismo.

Cuando llegué al poder de forma democrática, en las elecciones de 1933, tuve que recuperar a Alemania económicamente, pues la obligaron a pagar grandes subvenciones por reparaciones de guerra en el Tratado de Versalles. Cuando gobernaba Guillermo II, impuso una democracia, la República de Weimar, ¡una estúpida democracia!, que tuve que disolver según gané estas elecciones. Esto no supo hacerlo Hindenburg, pues fracasó y por ello llegué yo al poder y recuperé a Alemania.


Fui líder del imperio alemán, perteneciente al III Reich, y sobretodo he defendido a mi nación y a la raza aria, siempre he dicho que los Goebbels son la familia ejemplar alemana. Otras de las cosas que hice fue cambiar la bandera alemana por la del partido nazi, que era roja con una esvástica negra en el centro, e imponer como único partido legal el mío. Esto lo conseguí incendiando el Reichstag y echándole la culpa de esto a los comunistas.

Elegí a Himmler para que fuera mi mano derecha y el líder de la SS. Él fue el verdadero participe y el que estuvo detrás de la gran Noche de los Cuchillos Largos y el encargado de eliminar a la SA.

Me sentí frustrado cuando en las Olimpiadas de Berlín, que se suponía que tenía que haber ganado la raza aria, ganó ese sucio negro norteamericano que ni si quiera debería haber estado permitido que participara, al que, por supuesto, me negué a entregarle la medalla. Este no mancharía mi nombre.

Odiaba demasiado a los judíos, tanto que planeé la Noche de los Cristales Rotos, en la cual bombardearon todos los comercios judíos y acabando con ellos de la forma más completa que se pudiera. No se podía dudar de nuestra población, ni Pio XII ni Thomas Mann lo pusieron en duda.

Puse al mando a ring del ejercito que sería el más potente de la historia. Y en la guerra me uní con mi gran amigo Mussolini e Hirohito , ya que nuestros intereses eran similares. Por lo menos ellos no se echaron para atrás como Franco, que pensé que se aliaba conmigo, pero se neutralizo frente a la guerra, esto me causó una gran decepción con él, pues pensaba que como amigo y supuesto aliado me ayudaría.

Mi primera acción y con la que más orgulloso me sentí fue el Anchluss, pues era mi lugar de origen y veía como mi poder cada día crecía más y más y presentía que, como ahora Austria, se seguirían uniendo a mi los demás países. Intentando solucionar la crisis de los sudetes, se firmó un supuesto acuerdo en la Conferencia de Munich, pero ya intuían que poco me faltaba para ir en contra de Polonia. Me daban asco estas bobadas democráticas, pues era más fácil y seguro actuar sin tanto acuerdo.

Desde niño había soñado tantas veces con la conquista de París, que fue uno de mis logros más satisfactorios. Al contrario que la batalla con Inglaterra, pues fue una vergüenza total por culpa de la Luftwaffe. Como si fuera poco en esta derrota también fue un poco culpable Zeppelín no debería haber pilotado aviones ni si quiera. Encima de todo esto, el traicionero de Hess, no tuvo otra cosa que hacer sino ir a Inglaterra y entregarse como un perrito faldero de ellos a, perdonen que me ria, pero pretendía que esta les concediera la paz, que iluso...
Tuve varios fallos que no me perdono, pues me retrasé demasiado en ir en contra de Rusia, pues debería de haberlo hecho justo después de intentar invadir Polonia. Aunque nadie puede culparme por ello, ni mucho menos de la derrota de Stalingrado o el desastre que se produjo en Leningrado. Esto era deber de los soldados, y ya que no lo hicieron, era mejor que estuvieran como ahora, muertos.

Los japoneses fueron los culpables del desembarco de Normandía, pues en vez de tenerme tan condicionado a mi podrían haberse fijado un poco más en él. A demás, Estado Unidos no hubiera entrado en guerra si no hubiera sido por el absoluto fracaso de Pearl Harbour. Todavía no entiendo cómo los sucios de Da Gaulle y Churchill permiten que Roosevelt use sus territorios y sus campos para sus batallas mientras los de él estaban sin un rasguño , si se suponía que ellos eran los defensores de Europa... ¡Que rabia me dan los cretinos esos!

Como no basta con lo ocurrido hasta ahora, también se alían en mi contra con Stalin, ¡Lo que me faltaba por oír, con comunistas! En la Conferencia de Yalta, se reúnen los tres amiguitos: Roosevelt, Stalin y Churchill para repartirse Alemania y sus conquistas tras mi derrota, pero yo sé que ellos no terminarán bien, y esto ocurriría antes de que yo me muriera, bueno me suicidara.

Para poder seguir ganando territorio, puse todas mis esperanzas en el Cohete V2 y en el Santo Grial para no decepcionar a mis seguidores y poder junto a Himmler hacernos con el mundo. Tras el Bombardeo de Dresde, los americanos, los ingleses, etc. dejaron esta ciudad acabada, por los millones de explosivos y hubieron más de treinta mil muertos.
Todos esos traidores que decían servir a Alemania, morirán como ya lo hicieron Stauffemberg y Rommel, estos incompetentes que ni si quiera supieron dirigir decentemente el Afrika Korps, aunque Stauffemberg lo único que supo hacer fue atentado de la Guarida del Lobo. ¡Maldito este! Menos mal que ya tiene su merecido.

Si hay algo por lo que lamento suicidarme es por no dejar extinguida la raza de gitanos y judíos, pues la solución final empezó un poco tarde para poder estar este problema solucionado. Pues la guerra nos quitó el tiempo que deberíamos haber empleado en construir más campos de concentración, como Treblinka. ¡Qué pena! Menos mal que ni yo ni mi mujer, y mucho menos mi perrita Blondi, viviremos en un mundo infectado por estas razas asquerosas.

Mi fin está cerca.


ADIOS





Carolina Gómez González
1º Bachillerato "A"

Diario de Hitler


Se acerca el fin. Y no solo el del III Reich. No entiendo porque hemos acabado perdiendo esta guerra. Pero creo que ha sido por la incompetencia de los soldados alemanes, que no han sabido defender la esvástica alemana. Esta época se me ha pasado muy rápida desde el putsch de Munich y mis comienzos en la política todo ha pasado muy rápido. Pero cada vez que me acerco al inevitable final las horas se pasan más lentas. En estos momentos Churchill, Roosevelt y Stalin deben estar pensando en cómo repartirse Alemania, tal y como hicieron en Yalta. Tan solo espero que se castigue con la misma dureza a esos traidores, como Himmler que han huido dejándome rodeado en este bunker ante mis rivales. Ese traidor me recuerda a gente sin honor como Rommel y Stauffenberg cuando intentaron asesinarme, pero esos ya recibieron su merecido en su día. De Rommel tan solo tengo una cosa buena que decir y es su labor en Etiopia y el ejército África Korps. Pero Stauffenberg es una vergüenza para la sociedad alemana. Todas esas personas parecen clones de aquel traidor llamado Hess al cual espero que lo hagan sufrir mucho. Traicionar al Fuhrer por esos ingleses es lamentable. Menos mal que tengo a mi lado a Eva y a Blondi, que en esta vida es de las pocas cosas que me han hecho realmente feliz.
No me arrepiento de nada de lo que he hecho, pues considero que con mis acciones he liberado a Alemania de muchos problemas y he conseguido liberar al país de dos lastres para la sociedad como los judíos y los gitanos, ya que son dos razas sin ningún tipo de valor y lo único que hacen es empeorar la vida de los ciudadanos alemanes. Según los hemos ido eliminando el país ha mejorado y hemos ido creciendo. Todo lo que hemos hecho con ellos desde Auschwitz hasta Odessa ha sido totalmente merecido y justificado. A medida que los eliminábamos nuestra gran raza aria se iba expandiendo y demostrando que somos la raza superior, a pesar de que en esas malditas olimpiadas de Berlin los americanos nos superasen claramente en diversas cosas, pero esos no eran verdaderos alemanes.
Pensar que todo nos fue tan bien al comienzo de esta guerra y ahora lo hemos perdido todo. Europa era nuestra. Austria se convirtió en una de nuestras regiones tras el Anschluss, me paseaba por Paris y lo hubiese hecho por cualquier ciudad, y si alguien se hubiese entrometido lo destruiríamos. Y ya no nos queda nada. He sido derrotado por esos comunistas que intentan impartir una serie de normas para un pueblo débil. Si hubiesen derrotado en Rusia a sus tropas me habría coronado como el rey del mundo. Estuve tan cerca de eso. Y ahora estoy a pocas horas de mi muerte.
Solo Dios sabe lo que le sucederá al resto de hombres de las SS que han sobrevivido a esta serie de infortunios que han asolado al país. Quizá debería haber ganado la SA en la noche de los cuchillos largos, así podrían haber defendido al país mejor de lo que lo han hecho estos. Goebbels ya me ha informado de sus planes y me parece lo más lógico. La idea de Goring me parece absurda. Y pensar que ese hombre era el jefe de la gran Lutwaffe alemana y uno de mis mejores hombres. Que equivocado estaba.  Lo cogerán y le obligaran a confesar todo lo que ha hecho. No es un hombre de honor, porque lo confesara todo, suplicando por su vida. Eso no es propio de un miembro del partido nazi, pues se muestra debilidad.
Llegado el momento, que cada elija la forma de morir que mas le plazca. Pero los que desean huir se enfrentan a un inevitable destino como la muerte. Los rusos son demasiados y vayan adonde vayan verán una tropa de ellos. Esos malditos comunistas liderados por arrogante y débil líder Stalin. Se creerá importante por tener una ciudad a su nombre como Stalingrado y sentirá envidia porque la ciudad mas ilustre de Europa es Berlín.  Pero pensándolo mejor, prefiero que el tenga una ciudad antes que ese Lenin y su estúpida Leningrado, una ciudad para débiles. El nunca conseguirá lo que yo he conseguido. Tan solo deseo que reciba su merecido. Pero no solo él. Todos los que se me han opuesto deben ser eliminados y castigados por no seguir al líder más grande que haya existido. Al hombre que estuvo más cerca de ser el rey del mundo. A la única persona que se atrevió a romper el Tratado de Versalles y desafiar a los demás líderes europeos como Chamberlain y De Gaulle, que se quisieron enfrentar a mi pero no sabían a lo que se enfrentaban, al país más poderoso del mundo. Al final lo que escribí en el Mein Kampf se ha cumplido y conseguí todo lo que me propuse. Cualquier ciudadano alemán se debería sentir orgulloso de mi, pues he sido el líder que ellos buscaban para poder llevar a Alemania a la cima del mundo económicamente y territorialmente. He conseguido hacer más de lo que hubiese hecho el inútil de Hindenburg. Los ciudadanos alemanes deben sentirse aliviados de que yo fuese el vencedor en las elecciones de 1933, porque si no se hubiesen visto en un país de cobardes que se hubiera sometido a cualquier tipo de poder de otros países.
No sé en qué situación están el resto de mis aliados. De Mussolini, se lo que han hecho con él y no dejare que hagan lo mismo conmigo. Pero de Franco, Hirohito y de Pétain no sé nada. Solo espero que a ellos les vaya mejor que a mí y así puedan continuar por el camino político correcto, pues ellos son los únicos que tienen uso de razón en la política. De Franco solo tengo buenas palabras pues ha sido un gran apoyo, tanto al aportarnos tropas como a ayudarnos en la búsqueda del santo grial. De Pétain lo mismo, ya que me ayudo en Francia y también ayudo al país con su régimen de Vichy. Y de Hirohito creo que esta en una buena situación de tras derrotar a Estados Unidos en la batalla de Pearl Harbor. Solo espero que si los derrotan nos apoyen y nos libren de esos rusos que intentan destruir el reino alemán.
Mi reino se desmorona. Y yo no puedo hacer nada para evitarlo. Cada vez más siento a los rusos más cerca. Los bombarderos se escuchan a kilómetros de aquí. Calculo que deberán escucharse desde la guarida del lobo. Esto es lo más parecido a Dresde que hay. Desde que empezó esta guerra los aviones no han hecho más que derribarnos. Primero en aquella batalla de Inglaterra cuando inexplicablemente perdimos ante los ingleses. Si hubiésemos ganado ahí toda la guerra hubiera cambiado. Todo tirado a la basura por algunos hombres. Ya no se en que pensar pero durante todo este tiempo relatando mi final, las horas se han pasado muy lentas. Quizá debería suicidarme ya y así acabar con este sufrimiento. Siguen insistiendo en que huya, pero ¿y si me cogen? Recibiría todo tipo de torturas de los rusos y después de que me maten me exhibirían como un trofeo. No pienso permitirlo. Me quemare para evitar futuras exposiciones y burlas hacia el Fuhrer. Se acerca el fin. Mis últimas palabras recogidas quedaran en este diario y pasaran a la historia. No sé qué hará el que me sustituya pero seguramente se rendirán ante los demás. Yo no contemplaría eso, pero si esa es la solución final, que creo que será así, deberán afrontarlo como unos cobardes.
Esta ha sido mi última entrada en mi diario junto a mi secretaria Traudl. Espero que a ella le vaya mucho mejor que a los demás y consiga escapar de los rivales
Lucia Cabrera Goya, Yennifer Lopez Montañez y Alejandro Darias Mendoza



Album de los sobrinos de Karen: https://sites.google.com/site/lossobrinosdekaren02/home

Diario de Hitler

Esta es mi última entrada en mi diario, he sabido lo que le ha ocurrido a Mussolini, y tengo claro que no quiero que me pase a mí lo mismo. Me he dado cuenta que en mis últimos días he sido traicionado por casi todo el mundo cercano a mi, y lo que mas me ha molestado, por miembros de las SS. Solo sé que pocos han estado conmigo hasta el final, como Eva Braun, bueno, mi mujer. Hasta el final solo me han acompañado los más fieles, como Goebbels, uno de mis mejores amigos, y una de las piezas claves en nuestra propaganda, pero todavía recuerdo a personajes como Rudolf Hess, y pienso que elegí mal a mis altos mandos.
Desde las elecciones de 1933,  he visto el resurgir a Alemania de sus cenizas, después de la injusticia del tratado de Versalles. Veo como se acerca el fin, pero me siento satisfecho porque hemos dejado patente la superioridad de la raza aria, y la gente en un fututo mirará la esvástica, y se sentirá orgulloso, esa es mi obra, tal como la recogí en el Mein Kampf, Alemania necesitaba eso, un líder y un partido con criterio, porque sino se habría vuelto a repetir algo parecido a la republica de Weimar, en la que Alemania caminaba sin rumbo. Siempre lo he pensado, si hubiéramos alcanzado el poder en el Putsch de Munich, habríamos alcanzado un poder absoluto sobre Europa, y el III Reich se extendería por toda Europa.
Siempre fui cuestionado por cosas como el Anchluss o la ocupación de los sudetes, pero es algo que nos pertenecía legítimamente, y además Hindenburg debería haberlos recuperado, pero debido a su débil y blanda política nos conformábamos con nada.
Me resulta triste ver lo que fuimos, y lo que somos. Los días en los que tomamos Paris, asediamos Francia y solo les dejamos a los galos La Francia de Vichy, me parecen lejanos. La emoción que sentí al ver a la Luftwaffe sobrevolando Paris, me motivó a seguir adelante, aunque lo que recuerdo era la cara de Goring, era el retrato de la victoria.
Me moriré preguntándome, ¿Qué falló? Recuerdo que cuando fueron las olimpiadas de Berlín estábamos en la cima del mundo o cuando el África Korps, encabezado por Rommel hizo temblar a toda Europa.
Siempre pensé que Stalin, Churchill y Roosvelt se pelearían entre ellos, pero me equivoqué. Si en lugar de estar Churchill hubiera estado Chamberlain durante todo el conflicto, no me habrían derrotado. Pero el problema no estaba fuera, sino dentro, después de la noche de los cuchillos largos pensé que había acabado con todos los traidores, pero cuando pienso en la gente como Himmler, bueno, prefiero no pensar, creo que la única que me ha sido fiel es Blondi. Al menos sé que tenía aliados fuera de Alemania, como Franco, Petain o Hiroito, pero, ¿Qué pueden hacer ellos? La republica social italiana, estaba conmigo, pero ya cayó. Si hubiera contado con mas ayuda, lo que pasó en la batalla de Stalingrado o en la batalla de Inglaterra no habrían ocurrido, pero claro sabia que después de incumplir mi acuerdo de la conferencia de Munich ,no se quedarían de brazos cruzados eso, y que hay gente que me odia por que no entienden las leyes de Nuremberg, pero la gente no esta preparada, y no entienden nuestras motivaciones, todavía me río cuando recuerdo la prensa internacional al día posterior de la noche de los cristales rotos, o mejor, cuando el incidente del Reichstag, es más, yo creo que las naciones enemigas nos tienen envidia, y por eso van contra nosotros sobre todo los comunistas. Nos guardan rencor después del asedio a Leningrado, pero yo les guardo aun más después del bombardeo a Dresde.
No lo entiendo, nos deberían de tratar como conciliadores, la solución final debería ser concebida como un plan de paz, y Treblinka como un lugar para la liberación. El único problema es que somos unos adelantados a nuestro tiempo, y la gente como Stauffernbrg o Thomas Mann no estaban preparados. Y claro, sin olvidarnos de De Gaulle, que persona más insistente, con lo fácil que le habría sido resignarse a la Francia de Vichy, solo espero que el que me suceda en el cargo no negocie con ese individuo. Pero bueno, ya que todo esta perdido, confío en que Japón masacre a Estados Unidos, como en el ataque a Pearl Harbor., el único problema que tienen es la falta de tecnología, si ellos tuvieran el cohete v2, pondrían a Estados Unidos en serios apuros.

Lo que mas me duele es  la cara de satisfacción que van a tener los miembros del Komintern mientras yo estoy refugiado en este bunker. Pero no puedo, no puedo continuar, seria demasiado humillante, además después de la Conferencia de Yalta no veo un futuro claro para Europa, los gitanos y los judíos volverán a ocupar nuestras ciudades, nuestras plazas, nuestra economía…prefiero no vivir en un mundo así. Preferiría vivir recluido en La guarida del lobo a vivir en un mundo así. Además seguro que Pio XII estará contento, porque siempre cambia de bando cuando le conviene, además se que comparte mi obsesión por el Santo Grial, y sin mi, tendrá el camino libra para buscarlo.

La Secretaria de Hitler


Daniel Domingo Dorta Hernández 

La Secretaria de Hitler


29 de abril de 1945
Berlín, Alemania

         El día que nunca pensé que me fuese a ocurrir se está dando hoy, he sido derrotado. Las condiciones que se están dando hoy nunca jamás se me habrían ocurrido que se darían. Pero no me pienso rendir, todavía hay esperanza en el resurgir de Alemania frente a los enemigos. También reconozco que me encuentro bastante enfermo y deteriorado por el hecho de haber dirigido una gran nación como es Alemania durante estos últimos 12 años para sacarla de la mayor humillación en la que se había encontrado jamás y llevarla al extraordinario estado de lucidez que ha visto. Mi vida ha estado llena de situaciones bastante diferentes y, por desgracia, no las he podido recoger todas en este diario. He decidido comenzar por la I Guerra Mundial ya que fue ahí cuando pude ayudar de verdad a la nación aunque tristemente no fuese suficiente.
            Aún recuerdo la felicidad que sentí cuando me aceptaron en el ejército de Alemania y pude luchar  arriesgando mi propia vida para que la nación no se viese humillada. El azar hizo que me inhabilitaran para el combate pocos días antes de acabar la guerra. Cuando me enteré de que Alemania, llevada por el cauce que habían marcado los “rojos” del partido social-demócrata. Esos comunistas se habían aliado con los judíos y apuñalado por la espalda a Alemania obligándola a firmar el Tratado de Versalles. Nuestra nación perdió los territorios colonizados y fue obligada a pagar fuertes reparaciones de guerra.
            Inmediatamente después de la guerra me di cuenta que mi vida iba a estar relacionada con la política pero no disponía de recursos así que decidí seguir en el ejército algún tiempo más. Estuve destinado en Múnich durante la época soviética del distrito y que tras la caída de este me mandaron a investigar los grupos, las personas y las ideas que podían llevar a Alemania por mal camino con ideas democráticas, socialistas y pacifistas. Allí me di cuenta que los verdaderos culpables de todo eran los liberales y los demócratas sin olvidar judíos y marxistas.
            Fue entonces cuando me mandaron a investigar el Partido Obrero Alemán, al que me afiliaría tras darme cuenta de lo correcto de su ideología y fue ahí cuando empezó mi carrera política, alrededor de 1920. Me di cuenta de la importancia de la publicidad y la imagen que tenían los demás de ti, así pues comencé a publicitarme y elegí la esvástica como símbolo del partido y di mi primer discurso frente a 6.000 personas. Seguí con más elementos estéticos tomados de Italia donde Benito Mussolini gobernaba de forma ejemplar  y cambié el nombre del partido por el de “Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán”. Para mantener el orden en las grandes concentraciones me vi obligado a crear una pequeña milicia, las S.A. que ayudarían a mantener el orden en los mítines y luego a perseguir a los traidores a Alemania. Poco después fui con algunos compatriotas de las SA y tuvimos  un pequeño lío con grupos federalistas que me ayudó a darme cuenta de la fuerza de la violencia. Este es el punto en el que se empiezan a dibujar varios aspectos de mi política al frente de Alemania, como es por ejemplo el caso de cuando intentaron quitarme el poder el partido un grupo de traidores que luego fueron expulsados, seguidamente me empecé a relacionar con círculos sociales más altos gracias a mis compañeros Rudolf HessHermann Göring,  Ernst Hanfstaengl y Alfred Rosenberg.
            En 1923, Alemania se había retrasado en su particular humillación que eran las reparaciones de guerra y el gobierno francés ocupó la zona del “Ruhr” y aunque se intentó una resistencia pacifista, como es normal, no tuvo éxito así que el gobierno  tuvo que volver a pagar las reparaciones de guerra. El ambiente estaba caldeado y era mi momento para efectuar mi particular “Marcha sobre Roma” e intenté utilizar ciertos afiliados al partido nazi para hacerme con el poder desde Baviera. Asaltamos, yo y mis compañeros del partido, una cervecería en Múnich pero no salió como estaba planeado y hubo un gran tiroteo con varias muertes. Fui condenado a 5 años aunque solo cumplí 9 meses y con un trato de favor por parte de los funcionarios compatriotas. Este fue el famoso “Pustch de Múnich”.
            Durante el tiempo que estuve en prisión tuve tiempo de reorganizar mis ideas y mis experiencias para seguir escribiendo mi obra  “Mein Kampf”. La ideología que expongo en el libro se basa en  que nosotros los alemanes, la raza aria debe expandirse primero por la zona francesa y el resto del oeste de Europa, y luego por todo el mundo, en especial hacia el este que está dominado por los bolcheviques, para eliminar los pueblos inferiores que no podrán enfrentarse a los futuros problemas de la humanidad que solo nuestra raza superior podrá solventar. Creo firmemente que la actual situación de nuestra nación es que los alemanes no han sabido mantener la pureza racial y se han mezclado con los judíos. En cuanto al III Reich, no creo que intervenga demasiado en la economía ya que sería un  organismo racial, aunque si sería una dictadura, y la naturaleza de esta sería la que mejor se ajuste a la situación a gobernar.
            Al salir de la cárcel me encontré una situación desastrosa: el partido nazi había sido ilegalizado  e iban ganando los socialdemócratas.  Tras reorganizar el partido, pude hablar con los altos mandos del gobierno y logré legalizarlo de nuevo con la promesa de seguir la vía constitucional para alcanzar el poder. Poco tiempo después renuncié a mi nacionalidad y me dediqué a organizar el partido nazi. Fue esta época por la que creé los sub-grupos del partido como por ejemplo las juventudes hitlerianas,  la SS, la división de élite de la SA y el grupo que gobernaría el III Reich en el futuro. También logré centralizar más el partido nazi, eliminando una parte más marxista del norte de Alemania, fue entonces cuando conocí a Goebbels y  establecí que el poder de elegir los cargos sería desde arriba hacia abajo y nunca de forma democrática.
            Ya en 1929 llegó la Gran Depresión aunque yo ya la había previsto desde hacía tiempo. La salud de la democracia de Alemania era cada vez peor y en unas elecciones convocadas por el canciller, el partido nazi llegó a ser la 2º fuerza política de Alemania. Con esta importante notoriedad pude empezar a moverme en las altas esferas del gobierno llegando a entrevistarme con el mismo presidente Hinderburg.  El presidente no pasaba por su mejor momento y pensaba en dejar el poder y convocar elecciones a la presidencia y, aunque me presenté con una firma campaña, no logré ganar. Este fue un momento especialmente duro ya que, aun siendo la primera fuerza política tras otras elecciones, no se me concedía la cancillería e incluso el que fue mi compañero, Strasser, amenazó con destruir el partido. En enero de 1933 y tras haber acordado con otros políticos, Hindenburg me nombró Canciller.
Aunque ya fuese Canciller estaba todo en mi contra pues los demás partidos políticos estaban en contra de mis políticas y además, entre las filas de la SA había muchas personas descontentas con el gabinete de mi gobierno y para aprobar las leyes, al no tener la mayoría de los votos, debía de consultarle a Hindenburg. Poco tiempo después iban a celebrarse las elecciones para el parlamento y yo ya estaba preparando el camino para el futuro de la nueva Alemania. Puse en marcha un plan para conseguir mayor fuerza en los demás Estados y en la mayoría de ocasiones se impuso una especie de gobierno paralelo formado por los “camisas pardas”.  También este grupo me ayudó a controlar a los grupos opositores ayudando a disolver concentraciones de estos partidos y manteniendo el orden, esto último de forma conjunta con la policía.  El 27 de febrero de 1933 me vi obligado a mandar a incendiar el Reichstag y culpé a los comunistas, era esta la única forma de poder llevar a Alemania por el buen camino. El incendio me ayudó más de lo que pensaba que me fuera a ayudar pues así tenía una excusa para ejercer mayor control sobre la política alemana y poder llevar a cabo la necesaria dictadura y acabar con esa etapa humillante que era la República de Wiemar.
Gracias a esta supresión de ciertas libertades pudimos arrestar a aquellos individuos que podrían ser peligrosos para el III Reich. En las elecciones de 1933 el partido nazi consiguió el 44% de los escaños y se alió con otro grupo nacionalista para tener la mitad de los escaños, pero igualmente para poder llevar a cabo mi revolución tenía que tener al menos dos tercios de los escaños, pero se arrestó a los diputados comunistas. Todas estas acciones habían alarmado al pueblo alemán así que Goebbels organizó un acto para demostrarle al pueblo que, aparentemente, seguía siendo subordinado de Hindenburg. Pero no  fue así. El 23 de marzo de 1933 se aprobó la ley habilitante en la que conseguía mayor poder aunque prometí no utilizarlos excepto en ocasiones extremas y además también prometí la paz con occidente y con la URSS.
Poco tiempo después empecé el proceso de unificar Alemania bajo un único Estado, y como disponía de los poderes legislativos, pude disolver la organización federal de Alemania y colocar otros gobernantes al mando para que siguieran las directivas del partido nazi. Mi siguiente paso fue eliminar esa lacra comunistas que eran los sindicatos, prometí a los trabajadores honor y trabajo para ellos pero si se unían al sindicato oficial e inmediatamente se disolvieron el resto de sindicatos y sus líderes encarcelados. Siguiendo a los sindicatos también se disolvieron los partidos políticos sin importar su ideología, eran enemigos. Algunos voluntariamente y otros de forma forzosa pero era necesario para mantener la estabilidad en Alemania y,  por último, pasé a hacerlo oficial con la “ley del partido único”. Lo siguiente eran los judíos, todo empezó por confiscarles las propiedades a los más ricos, luego un control sobre los establecimientos y por último la prohibición de los contratos a judíos en la administración pública y limitación de su presencia en universidades. Ya para terminar la coordinación de toda Alemania me declaré Führer a la muerte de Hindeburg y puse en marcha el plan conocido como la Noche de los cuchillos largos en la que eliminé a adversarios del partido y se empezaron a llevar a campos de concentración aquellos grupos que no tenían pureza racial o eran una lacra para el Reich tales como los comunistas, los judíos, testigos de Jehová, gitanos, enfermos mentales y homosexuales. Se puede decir que, oficialmente, ya existía el II Reich tal y como yo lo había planteado. Alemania se modernizó como nunca  antes había visto, se empezaron a construir infraestructuras como las modernas autopistas, nuevas presas y demás obras civiles(diseñadas en su mayoría por Albert Speer) que, junto con la reducción del trabajo de la mujer y el programa de reame  llevaron el nivel de paro de Alemania a niveles mínimos. Todo este avance era perfecto pues en 1936 Berlín fue sede de las Olimpiadas y se usó este acontecimiento como forma de hacer evidente la superioridad de la sociedad y la raza germánica, todo muy bien diseñado por el Ministro de Propaganda Goebbels. También fue este el año en el que se desarrolló el Zepelín Hindenburg que tendría un grave accidente un año después.
En el apartado militar es importante recordar que en 1935 logré debilitar la sociedad de naciones firmando un acuerdo naval con Inglaterra para poder tener mayores flotas como parte del programa de rearme presentado un año antes que incluía también al creación de una fuerza aérea, la Luffwaffe, la investigación en un nuevo tipo de cohete que sea capaz de volar a más de 100 km de altura, fuera de la atmósfera y con el que sea capaz de atacar Estados Unidos directamente desde Alemania y también se está investigando en las armas nucleares También en este año se aprobaron “Las leyes de Núremberg” en  las que se hicieron realidad mis deseos y los de mis compañeros del partido, de discriminación del pueblo judío, fueron el principio de esa discriminación que culminaría con el plan de la “Solución final” desarrollado en 1941,  en el que se empezó a exterminar a las razas inferiores de forma masiva para mantener la pureza racial, este exterminio sistemático se llevó a cabo gracias a campos de exterminio como el de Auschwitz o como el de Treblinka en el norte de Polonia, en conjunto unos 6 millones de seres impuros han muerto desde mi llegada al poder y todo gracias al que pensaba que era mi mejor soldado, Heinrich Himmler que hace pocos días me he enterado que me ha traicionado.
En marzo de 1936 se introdujeron tropas en la zona de Renania pero como ni el gobierno de Gran Bretaña ni el de Francia opusieron resistencia, las tropas nazis siguieron con su expansión por la zona francesa.  También en ese año dio comienzo la guerra civil española y Francisco Franco me pidió ayuda y aproveché para poner a prueba la fuerza de los bombarderos alemanes que luego podría utilizar en otras batallas. Aprovechando el favor que le hice a Franco he podido buscar en España varios tipos de minerales necesarios para futuras investigaciones armamentísticas y para investigar si es verdad que en España se escondía el Santo Grial que al parecer sería capaz de darnos el poder que quisiésemos.
En ese mismo año pacté la formación de  “El Eje” con el gobierno de Mussolini y con Japón, mediante el pacto Anti-Komitern en el que se comprometían a controlar la actividad de la Internacional Socialista controlada por la URSS, para Fortalecer esta relación me reuní en Núremberg con el hermano del emperador Hirohito. A este pacto se añadieron luego a Hungría, Rumanía y Bulgaria.
En 1938  se dio la Noche de los Cristales Rotos en la que ocurrieron una series de ataques combinados por parte de las tropas de la SA junto con la población civil hacia la población judía residente en Alemania y Austria, para mí, esta fue la mayor expresión del deseo de la población germánica de purificación de la sangre. En marzo del mismo año, me decidí a presionar a Austria para anexionar el territorio en lo que se conoce como el Anschluss. Esto condujo al Acuerdo de Múnich (o Conferencia de Múnich) en septiembre del mismo año en el que el  primer ministro británico, Chamberlain, se esforzó en mantener la paz con Alemania pero cuando se le dieron forma a mis exigencias militares, estos dos países abandonaron a Checoeslovaquia y procedí a anexionar el territorio de los Sudetes y seguidamente a proclamar un protectorado alemán en Moravia. Mis aspiraciones de expansionismo alemán no habían quedado ahí y pacté con Stalin el reparto de Polonia, en septiembre del año 1939 Alemania invadió Polonia e inmediatamente Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra al país. Poco tiempo después la URSS invadió Polonia por la parte oriental.
Durante pocos meses el aumento del tamaño de los territorios de Alemania fue espectacular. Para junio de 1940, Alemania ya había conseguido Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica y la mayoría de Francia, al menos la capital , París  ya que la parte restante, denominada la Francia de Vichy,  estaba gobernada por un general colaboracionista del Reich, el general Philippe Petain¸ aunque no toda la población colaboraba con nosotros pues habían varios franceses que se habían refugiado en Gran Bretaña y que era parte de la oposición a la Alemania nazi, liderados por el general De Gaulle. También se dio inicio a la Campaña en África del Norte en el que la fuerza militar de la AfrikaKorps, liderada por Erwin Rommel combatirá por conquistar África apoyando a la fuerzas italianas. Toda esta serie de batallas me valieron para conseguir la confianza y la unión con Mussolini.
En Gran Bretaña, ahora gobernada por Winston Churchill tuvo lugar la batalla de Inglaterra en la que la Luffwaffe, liderada por Görging, pierde la batalla contra las fuerzas de Gran Bretaña. En 1941, mandé a atacar a la Unión Soviética violando así el tratado de no agresión que había firmado con Stalin. Al principio se consiguieron varias posiciones y se controló prácticamente la ciudad de Leningrado pues se cerraron todas las comunicaciones obligando a la ciudad a pasar por una hambruna pero nunca se rindieron y aunque estuvimos a las puertas de Moscú no pasamos nunca de ahí.
El 7 de diciembre de 1941 las tropas japonesas bombardearon Pearl Harbour y el día 11 firmé la declaración oficial de guerra contra los EEUU. En 1943 las tropas soviéticas empezaron a remontar los territorios que habíamos ganado a partir de la batalla de Stalingrado. Estas batallas además de la llegada anticipada del peor invierno en 50 años y la carencia de preparación para el frío de la que si disponían las tropas rusas nos hicieron ir perdiendo territorio paulatinamente. En ese mismo año mi aliado italiano, Mussolini fue depuesto y encarcelado aunque con mi ayuda pudo escapar y ser presidente de la República Social Italiana  al norte de Italia. En 1944 perpetraron un atentado fallido en mi cuartel general, La guarida del Lobo, que tiene como responsable a Claus von Staufffenberg, el cual, junto a otras 5.000 personas, fue asesinado de forma salvaje como represalia por ese acto de resistencia y el ataque hacia el mismo Führer. También  en este año se produjo el desembarco de Normandía en el que miles de estadounidenses murieron intentando atacar el territorio que pertenecía a Francia, el ejército nazi resistió como pudo pero el equipamiento era insuficiente como para contrarrestar tal ofensiva.
Ya en este año he sabido que Stalin, Churchill y Roosevelt han organizado una conferencia en la isla de Yalta para repartirse los territorios del Reich y para lograr una paz, yo creía que Churchill y Roosevelt traicionarían a Stalin antes de llegar a este punto de asedio hacia Berlín pero no ha sido así.
Se puede decir que en este último año he estado manteniendo como he podido la dignidad de la nación alemana, aunque ya reconozco que es imposible el resurgimiento de III Reich ya que las tropas soviéticas junto con los Estados Unidos, gobernados por Roosevelt,  y Gran Bretaña han ido quitándome progresivamente todos los territorios que he ido ganando. Las tropas enemigas se encuentran a pocos kilómetros de mi posición en el búnker subterráneo. Encima de mí ya solo queda una ciudad que hasta hace poco años era la envidia del resto del mundo y el mejor ejemplo de la evidente superioridad de la raza germánica, esa que ahora huye por las calles de una ciudad en ruinas completamente debido al bombardeo, que ha sufrido al igual que el bombardeo de Dresde  en el que murieron decenas de miles de alemanes, y que es símbolo del fracaso y que está siendo asediada y ocupada por las tropas de Stalin. Antes de que los soldados enemigos lleguen a este búnker he decidido contraer matrimonio con mi amante Eva Braun que me ha acompañado durante estos decisivos años de mi vida y de la historia  de Alemania. Les he dado píldoras de cianuro a mis allegados para que en caso de que sean arrestados puedan morir de forma digna, aunque he oído que hay una organización dedicada a proteger a los altos cargos de la SS llamada ODESSA, y en mi caso y el de Eva he dado la orden de que si llega el  momento en el que muramos, se nos incinere para que no nos cuelguen como a un jamón como le pasó a Mussolini. En el caso de mi perra, Blondi también ha muerto .Para finalizar, quiero aclarar que nunca jamás me he arrepentido de nada en cuanto a la política llevada en el III Reich, condeno toda forma de capitulación que se lleve a cabo por el ejército nazi  y ya no quiero vivir en un mundo sin nacional-socialismo como declaró una amiga en este mismo búnker.



                                                                                                          Adolf Hitler

Diario de Hitler


En estas líneas voy a intentar relatar la historia de mi vida y de un gran país que supo acogerme y respetarme. Todo esto antes de suicidarnos mi querida esposa Eva Braun y yo el Canciller Adolf Hitler.
Un año después de acabar la Primera Guerra Mundial, el 28 de junio de 1919, Alemania firma el Tratado de Versalles con los países ganadores de la guerra, haciéndose cargo de haber causado la guerra y de todas sus consecuencias.
En ese mismo año se suprimió el imperio y se  impuso, desgraciadamente, la República de Weimar (república democrática). Para acabar con este nuevo gobierno Rudolf Hess, Hermann Goering y yo los días 8 y 9 de noviembre de 1923 llevamos a cabo un golpe de estado, el Putsch de Munich, el cual resultó fallido ya que no conseguimos lo que queríamos y al final Hess y yo fuimos a prisión.
Durante mi internado en la prisión de Landsberg, en el verano de 1924 pude escribir Mein Kampf, libro donde expuse mis ideas sobre la ideología política del nacionalismo.
En las elecciones de 1933 por fin se hizo justicia, yo, Adolf Hitler, conseguí el poder político del III Reich, siendo nombrado presidente de Alemania. Tras mi nombramiento cambié la bandera por el signo significativo de mí partido, fue sustituida por un fondo rojo donde en el centro se encontraba la esvástica y también promoví la raza aria: personas que poseían ojos azules, pelo rubio y piel blanca, son la raza perfecta alemana como la familia Goebbels.
Cuatro semanas después de mi nombramiento, la noche del 27 al 28 de febrero del año 1933 el Reichstag fue incendiado por miembros del Partido comunista alemán, quienes afortunadamente, fueron a la cárcel. ¡Creían que podrían hacerme un golpe de estado los muy traidores!
Así el 30 de enero de este mismo año, el presidente Hindenburg me nombró canciller. En los meses siguientes de mi nombramiento pude prohibir todos los partidos políticos rivales, convirtiendo así al país en un Estado unipartidista con el partido nazi, mi partido.
Sobre los meses de junio y julio de 1934, se produjo una purga por parte del general Goering, el jefe de las SS Himmler y por mí; donde se asesinó a varios componentes de las SA.
Al año siguiente, el 15 de septiembre, se aprobaron durante el séptimo congreso anual del NSDAP, las Leyes de Núremberg, que defendían un pensamiento antisemita total.
En 1936 fue un año fantástico, recuerdo como se organizaron las olimpiadas en Berlín, donde grandes atletas alemanes ganaron diversas medallas sobre todo para honrar y satisfacer a su gran país.  
El primer Ministro Conservador británico Chamberlain trataba de garnatiza la paz mundial y evitar conflictos con nosotros los nazis. Fue en ese mismo año 38, donde Austria y parte de Checoslovaquia, ésta última aceptada por las potencias europeas en la Conferencia de Munich; se unieron a mí país,  se produjo un anschluss. En ese mismo año los Sudetes fueron anexionados para resolver los conflictos étnicos.
Recuerdo una gran noche, cuando miembros de las SS y de la SA destrozaron sinagogas, cementerios y escaparates de comercios de los malnacidos judíos, ya que Grynszpan disparó al secretario de la embajada alemana en París, Vom Rath, sólo por no escuchar sus quejas. ¡Esos judíos se merecieron la Noche de los cristales rotos!
Siempre intenté conseguir la exterminación de las razas minoritarias como los gitanos y los judíos, la llame la solución final, creando para ello campos de exterminios llamados Treblinca.
El 5 de mayo de 1940 obtuvimos una gran victoria tras la conquista de Francia, que quedó dividida en dos en el sur se estableció un gobierno colaboracionista presidido por el general Pentain, en la llamada Francia de Vichy; y por el otro lado se encontraba De Gaulle que estaba en contra de que conquistásemos su país y que estuviese a nuestras órdenes, con lo cual desde Londres organizó el movimiento de la Francia Libre.
Del 28 de mayo hasta el 31 de octubre de 1940 se produjo una batalla aérea de Inglaterra y Alemania, la cual perdimos por errores estratégicos.
Ya por el año 1941, ordené construir la Guarida del Lobo, como yo la llamaba, era el resultado para camuflar a soldados en cincuenta búnkers, así como edificios camuflados para que no nos pudieran detectar los soldados rusos. La invasión contra la Unión Soviética, era acabar con el régimen Bolchevique pero tuve muchas dificultades, la conquista de Leningrado me supuso varios años y mi avance de conquista hacia el sur me fue frenado por la Batalla de Stalingrado, en la cual nos tuvimos que rendir.
Así es como empecé la guerra por el Pacífico. En ese momento el emperador Hirohito de Japón, se expandía por China y colonias europeas de Asia. Entonces decidí bombardear la base estadounidense de Pearl Harbour, lo que dio lugar a que Roosevelt me declarase la guerra, aunque no solo a mí me la declaró también a Japón e Italia, lo que desembocó en una segunda gran guerra.
Se produce el desembarco sobre las playas de Normandía la operación “Overlord” el 6 de junio de 1944, por los  norteamericanos, británicos y canadienses,  comandados por el General Eisenhower cuyas tropas vencieron al Mariscal Alemán Rommel, la misión de las tropas aliadas eran liberar Europa occidental, unirse a Francia a través del sur para ganar una serie de batallas y así poder avanzar con el propósito de eliminar mi país.
A lo largo de este periodo, ocupe la República de Saló creada por Mussolini al norte de Italia, donde tenía el poder de administrar   e imponer mis propias condiciones en ese país y sus alrededores, todo lo contrario al régimen fascista de ese momento.
Una decepción fue la traición por parte del Coronel del Estado Mayor Stauffenberg quien planificó un atentado contra mi persona, el 20 de julio del 44 llamado “Complot del 20 de julio”, donde fue sentenciado y fusilado por alta traición.
Ya a finales de esta guerra, entre el 13 y 15 de febrero del 45 se produce el mayor bombardeo contra la ciudad de Dresde sobre la Florencia del Elba, por las cuadrillas americanas e inglesas, que destruyeron toda la ciudad a su paso, con un gran número de víctimas humanas, así como el destrozos económicos… donde me pregunto; ¿ha sido una represalia desproporcionada e indiscriminada? o ¿un castigo de guerra?....
Cerca de mi derrota a finales del mismo año, tanto Stalin, Churchill y Roosevelt se reunieron en la Conferencia de Yalta para coordinar las últimas operaciones militares y examinar los previsibles problemas de la posguerra.
Antes de acabar este diario voy a nombrar armamentos muy avanzados, uno era el cohete V2 que fue utilizado contra Inglaterra y Bélgica; y otro medio aéreo espectacular fue los llamados zepelines , que servían para ir de un lugar a otro, la pena que no servían para la guerra.
Ya termino con la esperanza de que se forme la ODSSA, una organización secreta para ayudar a miembros de las SS con el fin de refugiarlos en otros países como Sudamérica, espero que se realice este cometido.
Tristemente me despido de mi gran perra y compañera Blondi, a la que he tenido que envenenar para evitarle el sufrimiento que le podrían causar.


Diario de Hitler


Nombre y apellidos: Héctor José de Armas Hdez.
Curso y grupo: 1º Bach. A.
Título: Observación de mi vida.
Hoy me encuentro observando todo lo que ha pasado a lo largo de mi vida, desde que inicie mi camino hacia el poder hasta el día de hoy. Todo comenzó después del tratado de Versalles,  en el que Alemania perdió territorios y pasó de ser un imperio para convertirse en una república democrática con un régimen muy frágil, por lo sentimientos  nacionalistas de resentimientos por la derrota de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión. Que es la República de Weimar, lo que me llevo en 1923 ha provocar el Pusch de Múnich por lo sentimientos que sentía la población de malestar, en compañía de otros dirigentes del partido nazi. Pero acabo el intento en fallido y fuimos condenados a prisión un servidor y Rudolf Hess, entre otros dirigentes del mismo partido, durante este tiempo de prisión escribí el Mein Kampf. Al final solo tuve que cumplir un año de los cinco que me habían condenado como tiempo de prisión. Al salir de la cárcel  avancé con mi partido al que cada vez más gente apoyaba lo que provocó que en 1932 tomará el poder atraves de una elecciones democráticas con el inició del III Reich, cuando llegue al poder estaba de presidente de Alemania Hndenburg.
En mi nueva etapa, ya en el poder una de mis primeras actuaciones fue provocar el incendio del Reichstag,  pero lo hice por el bien de Alemania aunque no lo entiendan y de esa manera suprimir la democracia por una dictadura, al culpar de este suceso a los partidos comunistas. En el verano del año 1934, lleve acabo una serie de asesinatos en la conocida Noche  de los cuchillos largos, a los infelices que se oponían contra mi forma de gobernar pertenecientes a  las Sturmabteilung,  más conocida como la SA. Una de las cosas que más me ha encantado a lo largo de mi vida es la noche del mitin en que fueron aprobadas las leyes raciales de Núremberg, ciudad donde se celebró. Este acontecimiento ayudaba ha enaltecer la raza aria, todo suponía un gran avance para formar un gran país sin tacha alguna. En 1936 se llevo a cabo las Olimpiadas en Berlín en la que prohibí la participación de los judíos en ella, aunque destacarán en su especialidad. Empecé con mi política de expansión para devolver a la patria alemana lo que realmente debe pertenecerle, comencé con el anschluss que fue la incorporación de Austria a mi III Reich, continuando con los Sudetes partes de Checoslovaquia siendo aceptada en la Conferencia de Múnich por la potencia europeas sin oponerse. Antes de que se iniciara la Segunda Guerra Mundial se llevo a cabo las Noche de los cristales rotos en el que cometimos un autentico avance al exterminar todo signo judío, fueran sinagogas como comercios, no importaba que carácter poseían para la población judía pues nosotros lo que pretendíamos era exterminar a todos.

Mi siguiente pasó de seguir incrementando los territorios alemanes fue invadiendo Polonia, pero en está ocasión ya no lo aceptaron Chamberlain primer ministro de  Gran Bretaña ni Francia y así comenzó  el inició de esta guerra que a día de hoy estamos viviendo, pero no siempre estuvimos en la situación actual en la que no encontramos hoy en este búnker encerrados por peligro de las tropas enemigas y preparándome para suicidarme junto a mi querida recién esposa Eva Braun y una vez realizado nuestro suicidio que nos incineren para que no puedan exhibirnos, como le paso en la república de Salo a mi gran compañero Mussolini en Italia. También estoy con mi querida perra Blondy que siempre la he querido aunque pueda parecer contrario por mi forma agresiva de política demostraba cariño hacia ella,  a la que antes de matarme encargare también de que acaben con la vida de mi fiel perra. Pero bueno me acabo de ir de la historia que estaba relatando para que sepan todo sobre mi vida, vuelvo otra vez al inició de la guerra.
Me siento feliz de conseguir la conquista de París, dejando solo una parte de Francia, concretamente Vichy con un gobierno propio dirigido por Petain, pero bajo el control mío. Esto resulto todo un éxito, acabar con el rendimiento de una de las potencias europeas que se enfrentaban a mi junto con Gran Bretaña, solo algunos como DE Gaulle que no aceptaron este suceso se refugiaron en la otra gran potencia bajo el gobierno de Churchill.  Intente seguir con mi ambición de seguir aumentando territorios y dio lugar a la batalla de Inglaterra, fue un gran enfrentamiento aéreo pero por primera vez en la Segunda Guerra Mundial sufrimos una derrota, lo que supuso al invadir  la URSS por Leningrado una lucha con dos frentes contradiciendo lo  que había escrito anteriormente en el Mein kampf. Lo que provoco una gran hambruna que llevo a cabo comer a otras personas. En 1941el ataque de Pearl Harbour se produjo otra traición por parte de Japón a Estado Unidos y Reino Unido, pues Japón era aliado de Alemania fue llevado este ataque por Hirohito. Entre 1942 y febrero de 1943 es una guerra de las más sangrientas que ha sufrido mi partido, los aliados se unieron y desembarcaron en Normandía que resulto la desocupación de Francia y la instauración de un gobierno provisional.
Ya estoy llegando al día de hoy, yo que siempre me he preocupado para que Alemania sea la mayor obras jamás contada, y todo esta acabando en un auténtico caos, quién podía decirme que iba ha empezar una continua racha de derrotas. Pero debo seguir contando  lo que falta para que en el futuro comprendan porque sucedió.
A pesar del sufrimiento por mi gran sueño he seguido adelante, a través de Treblinka uno los campos de concentración que mandé a construir como parte de la solución final donde acabe con la vida de judíos, gitanos… A lo largo de mi vida he luchado mucho y con mi partido se ha acabado con muchas vidas, pero no tengo ningún tipo de remordimiento,  he tenido amigos y he prestado mi apoyo también como es la lucha de Odesa, ayudando al reino de Rumanía contra la URSS. Por otro lado he contado con la amistad de Franco que colaboraba conmigo si necesitaba de él, entre otros líderes que he mantenido apoyo a lo largo de esta vida. Me consta que se han reunido ya los tres grandes líderes de las potencias que se enfrentan contra mí Roosevelt de EEUU, Stalin de la URSS y Churchill de Gran Bretaña bajo el nombre la Yalta recibe esa reunión y tenía la esperanza de que se dividieran antes de lo que estoy viviendo.  Pero de todo lo que más me ha dolido ha sido traiciones como las de Himier,  Rommel, pertenecientes al partido pero que han intentado matarme o me han desobedecido como Stauffenberg planeo un complot para matarme en la guarida del lobo que era uno de mis mayores cuarteles militares, por eso han sido asesinados u obligados a suicidarse. Pero debo reconocer también la gran fidelidad a mis ordenes y el cariño hacia el partido como es el caso de una familia modelo como son los Goebbels, y el jefe de la fuerza aérea Goering.
Pero más le vale esas ratas asquerosas que me han traicionado no haberlo hecho, porque en estos instantes para mí y los fieles al partido nazi, serán recordados como escoria y nunca pasarán a la posteridad. Nuestro mayor signo, que mejor nos representa es la esvástica, aunque esto no significa que por llevare una cruz contáramos con el apoyo de la iglesia, pues el pontífice Pio XII que consideraba un mal mi forma de gobernar y toda mi política de exterminio judío. En definitiva, en mis años como líder de nuestra patria  nunca lo he tenido fácil a pesar de los progresos que he conseguido desde la mejoría económica, los inventos del cohete V2 y el zepelín, tampoco he parado en mi ansiada búsqueda de encontrar el Santo Grial, por otro lado planeaba construir una bella ciudad con las cosas buenas de las culturas clásicas.
Ya al final me despido de todos, ha llegado mi hora  la muerte me espera pero tengo la seguridad que una vez muerto, me espera una auténtica gloria. Solo he realizado todas mis acciones por amor Alemania y engrandecer su potestad, el pueblo me recordará como el gran líder.

Mi más afectivo adiós para todos los alemanes que me han apoyado en este tiempo.


El excelentísimo fuhrer.